Genial, Carol. Parece mentira lo grande y diverso que es este pobre y maltratado planeta… Y la bufanda que llevas me suena.
Ahora en www.losviajesdecarol.com
En pleno julio abandono Roma con 36º rumbo a Punta Arenas, ciudad que no solo está en el hemisferio sur, y por lo tanto en invierno, sino que se trata de uno de los lugares más australes del planeta. Es la capital de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena.
Después de más de 24 horas de viaje, hay que contar dos escalas y la diferencia horaria (6h menos en verano), llego a Punta Arenas vía Santiago de Chile. Los campos alrededor de la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional Carlos Ibáñez están completamente nevados y en el momento de poner un pie en la calle el termómetro a penas sobrepasa los 0º, aunque la sensación térmica es bastante menor. Durante el vuelo he pasado del calor sahariano a un invierno de esos que en España los telediarios calificarían de ‘lengua de frío polar’. Por suerte no hace…
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